Sintetizar en una marca todo lo que una ciudad puede contar al resto del mundo de forma honesta y atractiva es lanzarse a una aventura irrepetible. Hay que trascender la subjetividad, estudiar todo su pasado, presente y futuro, conocer de primera mano sus lugares y su gente y convertir ese aprendizaje en un mensaje. Acabamos de presentar en Fitur Madrid la nueva identidad corporativa y estrategia de branding del Patronato de Turismo de la Ciudad Autónoma de Melilla, un trabajo que ha dejado una huella imborrable en Squembri.
Hasta la fecha Melilla contaba con un logotipo que construía a modo de totem 4 letras «m» en distintas lenguas (la hindú, judía, árabe y latina), una identidad corporativa con más de 10 años de antigüedad que nunca llegó a desarrollarse ni a aplicarse de forma coherente en su comunicación. Para poder reconstruir su imagen desde los cimientos diseñamos una estrategia de branding que partía de entrevistas personales, visitas a la ciudad, estudio de otras ciudades con características similares (desde Cartagena hasta Dubrovnik, desde Malta hasta Lucena), desarrollo de una personalidad de marca y de una voz propia, ejes de storytelling… Un trabajo que culmina en el diseño de la nueva marca de Melilla y que resume su carácter y su importancia.
En este nuevo logotipo podéis encontrar la presencia imponente de una entrada fortificada centenaria sobre dos olas cruzadas, simbolizando su localización de ultramar, con un acabado amable y redondeado. La paleta de colores de esta marca, además de fijarse en los tonos dominantes de la ciudad, transmite el recuerdo de un paisaje distinto, con toques de nostalgia y hospitalidad.
Este es el lema que acompañará a la marca a partir de ahora en sus campañas institucionales, aúnando en pocas palabras dos conceptos que encontramos esenciales en nuestro estudio de la ciudad. Por un lado el espíritu de convivencia en un espacio común que encontramos en la forma en que las distintas culturas de Melilla comparten sus tradiciones, costumbres y hasta recetas gastronómicas. Por otro, el carácter histórico de una población que atesora siglos entre las paredes de Melilla La Vieja, sus fortificaciones y sus galerías subterráneas. «Una historia compartida» es también una llamada a reivindicar el vínculo de este destino con el resto del país y del continente, un rincón europeo en África.
Todo trabajo de branding e identidad corporativa lleva aparejado un desarrollo de universo de marca para poder construir un discurso claro. Además de diseñar el manual de identidad hemos planificado aplicaciones concretas de la misma para que empiecen a implantarse en las acciones promocionales turísticas de la Ciudad Autónoma.