El 1 de diciembre de 2015 murió repentinamente Jesús Arias, uno de los puntales de la contracultura granadina y andaluza, músico, hermano y periodista. Desde entonces han sido muchos los homenajes que su poliédrica figura ha recibido. La publicación de ‘Un jardín contra tu nombre’ es algo más que un homenaje: es la redención por justicia de un artista que también fue poeta y que merecía ocupar un lugar en las estanterías del género, ahora o nunca.
Este libro llega como tercera entrega de la colección Laoconte Salvaje del Patronato Cultural Federico García Lorca de la Diputación de Granada. El destino ha querido volver a unir en las bibliotecas andaluzas a dos amigos que ya no están aquí: Fue el propio Juan de Loxa, protagonista del primer volumen de la serie con ‘Resistir en el margen’, el que sacó de un cajón la copia original de ‘Un jardín contra tu nombre’ y se la dio a la familia en uno de esos homenajes, en 2017. Poco después moría De Loxa convirtiendo ahora este lanzamiento también en un tributo a su capacidad como albacea independiente de tantos amigos suyos. Quién sabe cuántos tesoros se habrán quedado en esos cajones.
Para nosotros realizar el diseño editorial de este libro ha supuesto un trabajo reflexivo y consecuente. La elección de los materiales, de los colores, de los tipos de impresión o de las tipografías debía ser continuista en relación al resto de la serie, dotando además de un valor propio a toda la cubierta. Se trata de una colección con una estética muy especial y un corte natural que, en este caso, es perfecta para los versos de un poeta que también fue rockero.
‘Un jardín contra tu nombre’ son 55 poemas divididos en tres bloques decorados con dibujos del propio Arias y letras de canciones. Puede parecer una obra inacabada porque es un libro de una vida inacabada (Arias murió inesperadamente a los 52 años), pero sobre todo es un compendio de cantos al amor perdido y a la soledad inspirados en una experiencia personal y real. El prólogo de Isabel Daza es un complemento fundamental para comprenderlo de verdad y contextualizarlo.