El papel del becario o becaria, a la hora de realizar sus prácticas profesionales, se ha ido desdibujando hasta convertirse en un borrón donde parece que todo vale. Lo peor de todo es que en muchos casos se ha convertido en una práctica poco ética que las empresas aprovechan para sacar beneficio. Lo ideal es que las propias escuelas velen por la calidad de las prácticas que sus alumnos y alumnas realizan, pero sabemos que no todas lo hacen; el principal problema causante es la falta de transparencia y de principios que demuestran muchas empresas del sector.
Para mí (y en consecuencia para Squembri) las prácticas son un programa formativo de una duración determinada en la que estudiantes de una especialidad deben enfrentarse a situaciones reales tutorizados en todo momento por un profesional senior en una empresa real. Durante dicho periodo de prácticas deben conocer el funcionamiento interno de una agencia, enfrentarse a retos y sobre todo formarse. Hacer prácticas no consiste en trabajar en proyectos reales -aunque se puede dar el caso-, es aprender de la mano de profesionales en activo de la realidad de un encargo, sus fases o hitos, el cómo debe presentarse un proyecto o cuál debe ser el trato hacia el cliente.
Unas buenas prácticas son una gran oportunidad tanto para el estudiante como para la empresa, donde el estudiante puede aspirar a obtener su primer contrato de trabajo y la agencia puede detectar talento y formar a futuros miembros del equipo. En Squembri tenemos varios ejemplos reales: Manuel Ceballos, Borja Fernandez o Ramón Ruiz han sido estudiantes en prácticas que acabaron formando parte de la agencia. Pero en ningún momento ese posible contrato futuro debe ser la baza para que el estudiante tenga que “trabajar” en proyectos reales sin tutorización, echar horas extra o trabajar gratis una vez las prácticas han finalizado. Y eso pasa, muchos y muchas nos lo habéis contado.
Las prácticas son algo muy serio y por eso tenemos diseñado un programa interno en el que nosotros seleccionamos a los estudiantes que pasarán a acompañarnos durante su proceso de aprendizaje y les estipulamos las fases que deben cumplir para sentir lo mismo que un profesional. Para nosotros supone un esfuerzo formativo, se trata de un trabajo que sirve principalmente para recrear la experiencia laboral de la mano de un compañero o compañera con más experiencia, pero nos satisface enormemente y también nos refresca el hemisferio derecho del cerebro (el creativo) con nuevas ideas, tendencias y talento contemporáneo. Consideramos amigos y amigas a prácticamente todos los chicos y chicas que han pasado por ese programa interno y celebramos todos y cada uno de sus triunfos, dentro o fuera de nuestra estudio de diseño en Granada y Málaga.
Llegados a este punto, y especialmente si eres estudiante, me gustaría darte algunos tips a la hora de enfrentarte a la posibilidad de hacer prácticas profesionales en una agencia de publicidad o un estudio de diseño como el nuestro. También pueden servir a aquellos que estén pensando en ofertar una plaza de becario o becaria y lo quieran hacer bien:
Podría darte más consejos en este post, pero preferiría dártelos en persona. Recuerda que en nuestra web tienes un apartado, Talento, en el que podrás enviarnos tu solicitud para poder hacer nuestro programa de prácticas, que además ahora se abre a otros campos que no son solo el diseño gráfico: pueden ser prácticas de publicidad, marketing digital, desarrollo web, etc.