El Delirio llegó a nosotros como un huracán, y nunca mejor dicho, ya que sus dueños están cargados de energía hasta los topes (será por tomar tanto picante :P). Pocas veces se tiene tanta libertad como con este proyecto, que dentro de sus limitaciones culturales, nos permitió dar rienda suelta a nuestra imaginación y sentido del humor.
Una pequeña anécdota, cuando vieron la marca les dio un ataque de risa de lo que les gustó ¡así da gusto diseñar!
Para El Delirio se desarrollaron todas las piezas desde el primer momento: Marca, cartas, rotulación, vinilos… Hoy por hoy seguimos actualizando las piezas y realizando nuevas. Esta marca, sin duda, es nuestro bebe mexicano.