El diseño de un billete de metro, aunque pueda parecer un asunto menor, es un auténtico reto para un equipo creativo. Hay algunas de estas tarjetas que son auténticas obras de arte, vinculadas a las emociones que solemos asociar a los desplazamientos. El objetivo es conseguir contar una historia mínima y potente en una pieza de 8,5 centímetros de ancho con la que el usuario se pueda sentir identificado, y al mismo tiempo ser un objeto funcional que cumpla con su cometido.
Hemos diseñado las nuevas tarjetas de transporte del Metro de Granada y el proceso ha sido como un viaje. Hemos empleado técnicas de ilustración y diseño muy concretas para obtener un estilo exclusivo propio y memorable. Finalmente es un proyecto dividido en tres modelos distintos (¡hazte con los tres, se complementan entre sí!) en el que presentamos la ciudad y pueblos que recorre el metropolitano (con elementos fácilmente reconocibles), los pasajeros que hacen uso de él (sintetizando las distintas actitudes para que cualquier portador se pueda sentir identificado) y señalando una personalidad propia de los granadinos y granadinas del futuro, un futuro donde el transporte será más sostenible. Todo esto dentro del marco de identidad corporativa de la marca Metro de Granada y cumpliendo con los cánones funcionales de la tarjeta.
Algunos cogemos el Metro de Granada para ir a trabajar o a comprar, pero otras veces las historias son mas profundas. Algunos van a hacer su último examen universitario, otros van al Hospital Materno a conocer a un bebé recién nacido, otros a la Estación de Autobuses con un billete sin vuelta en el bolsillo. Los personajes de estas tarjetas admiten un millón de historias distintas y nos toca a nosotros imaginarlas.