Hay casi tantos tipos de packaging como de productos, por lo que conocer bien esta disciplina del diseño es fundamental. Conocemos los condicionantes de cada tipo de material y de cada producción, sea para el sector de la papelería o de la alimentación, textil o electrónico.
Con un buen diseño de packaging, el producto cuenta más sobre su valor y construye un mensaje.
Una vez más, partimos de estudiar y conocer la marca y el producto que va a ser representado. También pensamos en el público objetivo para saber en qué contexto recibe el mensaje que queremos transmitir y qué expectativas tiene. La recopilación de información es exhaustiva y abundante.
Diseños, prototipos, pruebas… Hay varias paradas en el camino. Destacar en una estantería o en una página web, resultar lo suficientemente atractivo y al mismo tiempo informar de lo que estás vendiendo es un objetivo que se alcanza si se asume que el diseño de packaging es importante.
En un buen envase o embalaje pueden entrar en juego distintos elementos: caja, blister, etiqueta, botella, estuche… Una marca que tiene una imagen definida tiene que guardar la armonía en todos ellos para seguir por la misma línea. Sólo trabajando así se acaba llegando al punto diferenciador.
Brindar un packaging original a un producto es hacer un producto mejor.
Diseño de Packaging de Aceite Premium
Un cuchillo diseñado por maestros